Te acabas dando cuenta que tú, que te creías invencible, también necesitas besos en el cuello como el resto de los mortales, y es que a veces, estás mas perdida cuando no te pierdes en nadie.

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sábado, 21 de abril de 2012


Al final todo saldrá bien... y si no sale bien es porque aún no es el final.   
                  



Ser de esas personas que se mueven en contra de toda una multitud. Aquel salmón que sube lo más rápido que puede el río, aunque éste esté en su contra, aunque pueda morir en el intento. Arriesgar para perderlo todo aún sabiendo que lo harás. 
Pero hay un momento en la vida, insignificante y pasajero que lo cambia todo, apenas perceptible, que hará que dejes de bajar por las escaleras del metro que suben, que te quedes mirando como vuela un mosquito en la conversación más trascendente de tu vida, dejarás de llegar tarde por quedarte cotilleando con tu amiga, aparcarás lo espontáneo de la vida... Y punto. Sin más. Dejarás de ser salmón en una lucha contra el río para dejarte llevar por el. Pero quien nace salmón...

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